Sí, sí, no me he vuelto loco.
La luz de los interiores de los locales del barrio de Maxvorstadt de Múnich, es una luz cálida, amarilla-casi-naranja, intensa, contínua. Un buen contrapunto a la luz gris que lo apaga todo desde que llegó el invierno, ya hace...
La luz cálida ilumina siempre ambientes recargados, de una o de varias épocas pasadas, creándose una atmósfera un tanto ecléctica que nada tiene que ver con el exterior gris y monótono que forma la ciudad. Sin embargo, esta luz cálida forma parte también del carácter de la misma.
He aquí el Cafe Jasmin , en la esquina de Steinheilstrasse con Augustenstrasse. ¿Una cerveza? Mejor dos.